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domingo, 9 de junio de 2013

La crítica es el nuevo pecado

         Me siguen cuestionando y a veces criticando mi ataque y ridiculización frontal a las religiones y creencias ilógicas de toda índole; Islam, acupuntura, cristianismo (todos los diferentes clubs de fans), auras, exorcismos, judaísmo, "sanaciones", horóscopos, mormonismo, cienciología, vudú, chacras, reencarnación, vibras, brujería, homeopatía, tarot, espiritísmo, etc.

Lo pondré así; si no hubiesen existido personas "necias" como yo, la humanidad entera seguiría creyendo que la tierra es plana, que los rayos son gritos de un dios enojado, Europa, África y Asia seguiría sin comunicación con América y para tratar de aliviar un resfriado (que seguiría siendo mortal en la mayoría de los casos) se seguirían haciendo rituales primitivos. En realidad, sin rayar en la exageración, seguiríamos congelados culturalmente desde el momento en que se concibió la idea de entes divinos que vigilan nuestro comportamiento y que debían, además, ser complacidos de cierta forma.

No es coherente que sea válido criticar y cuestionar cualquier otra idea, aunque a veces se eleven los ánimos, excepto las creencias religiosas, esas deben ser intocables, como si literalmente les doliera que se les invite a pensar y razonar en lo que creen. Ninguna idea debería estar exenta de crítica y escrutinio, y si existe una  que sea particularmente estúpida, risible o dañina, no es sólo un derecho, es una obligación moral de las personas pensantes y educadas hacer mofa de ella y rechazarla categóricamente por el bien de las próximas generaciones. Los "librepensadores" tolerantes, agnósticos y demás personas educadas son los principales culpables de que los peligrosos fanáticos sigan siendo una amenaza real para la humanidad, están tratando de sentarse a razonar con un perro rabioso y cuando tienen las fauces encima se dan cuenta de su error pero ya es demasiado tarde.

4 comentarios:

  1. Y tienes razón, además, no creo que Dios esté con nosotros al ver tantas religiones y creencias absurdas como espiritismo etcétera, lo que me fascina es el amor, sin importar la religión o creencia. El amor es lo que cuenta, por eso hay medicinas, opiniones sin meter demonios ni santos ridículos, si se vive con amor, no tendrás ideas religiosas, creerás en ti mismo y nada más

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    1. Me agrada la idea, aunque no me queda claro en qué sentido tomas la palabra amor.

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  2. Lo "divertido" en esto es que aquellos defensores del islam te verán como aquel personaje (no recuerdo su nombre) que se mofaba y ridiculizaba a mahoma. Que a su entender servía para darle mas énfasis a su "fe"

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    1. Sí, claro, como dije. Estas personas tienen a interpretarlo todo para ajustar la realidad a su visión particular.

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