El gobierno ideal para México

     Éste post iba a titularse "Si yo fuera presidenta", así que a continuación les mostraré las acciones que ejecutaría en el hipotético pero imposible caso de que yo ocupase tal puesto. Dado que cada país tiene sus particularidades sólo me he enfocado a México, aunque bien podría aplicarse a otros, sobre todo en la región latinoamericana. Este texto cambiará a medida que vaya pensando en otros detalles.

I Mes de los cuchillos largos

Apenas asumiendo el poder, conformaré un equipo de mercenarios de élite, aniquilaré a todos los gobernadores de los estados de la república y funcionarios gubernamentales con cargos de peso. Sí, como imaginan la purga será brutal, pero hablando estadísticamente no subirá significativamente la tasa de asesinatos en el país. Esto debe realizarse lo más rápido posible para evitar que puedan reaccionar los grupos de poder. Le echaré la culpa a la inteligencia cubanovenezolana; sólo para despistar y dejar a todos en el asombro. Claro, por medios clandestinos, jamás como declaración formal y pública.

II Guerra relámpago

Aprovechando el caos y con un nuevo presidente del Instituto Nacional Electoral organizando elecciones de emergencia, me pondré a la cabeza del ejército para hacer puré a los capos del narcotráfico, también en pocos días porque todo mundo sabe bien dónde viven esas ratas. Esto elevará mi popularidad con el vulgo pero enfurecerá a USA y Europa, aunque sus declaraciones oficiales serán de felicitaciones y solidaridad. Se necesita tal popularidad local porque días después de acabar con el narco legalizaré la producción y venta de todo tipo de drogas, se apuntará a México como principal productor de ellas, ya que necesitamos reemplazar al recurso que tarde o temprano se agotará; el petróleo. ¿Qué mejor que un recurso renovable con alta demanda? USA en secreto estaría eufórica.

Paralelo a esto hay que ejecutar a Emilio Azcarraga, sólo porque es un idiota y sirve para disuadir a los empresarios que presas del miedo vayan a querer retirarme del poder. No bastará con que les asegure que México será más capitalista que nunca, necesitarán un pequeño incentivo y Azcarraga es perfecto para ello.

III  Reestructura

Es imperante darle algo al pueblo casi al mismo tiempo que se le quita (aunque lo que se le quite sea para su propio bien), sus aficiones y gustos estúpidos serán intocables, fútbol, novelas, etc. Pero con la producción de la droga se podrán ir recortando impuestos sin eliminar el gasto social… todavía.

Se eliminarán todos los fueros. Antes de que se terminen las elecciones de los nuevos funcionarios públicos, se toparán los sueldos de todo el aparato gubernamental en 15 salarios mínimos, cuyo máximo tendrá sólo el jefe de estado. Y se eliminarán los beneficios vitalicios de éste. Así únicamente aquellos que de verdad tengan la vocación de trabajar para el pueblo serán los que querrán entrar. Esto deberá quedar tatuado en la constitución para que no pueda ser removido ni modificado jamás. La población estallará en júbilo pero habrá muchos alarmados, mi escuadrón de élite seguirá teniendo mucho trabajo en remover opositores.

IV Guerra florida

Para aligerar la carga social, aliviar la sobrepoblación y reducir la delincuencia, declararé la guerra a Cuba, Nicaragua y Venezuela usando de pretexto que fueron los artífices del Mes de los cuchillos largos. Compraremos armamento a USA para ganar la bendición internacional. Pero no nos debilitaremos de forma local, mantendremos al ejército en casa mientras sigue siendo purgado por el escuadrón de élite. Irán a la guerra todos los parias de la sociedad.

Se colectarán a todos los ninis, vagabundos, limosneros, reggetoneros, chakas y la gruesa capa que conforma el comercio informal. Serán concentrados en Campamentos de Trabajo, donde serán evaluados y los rescatables serán asignados a trabajos físicos necesarios pero desagradables como obras públicas, se les proporcionará paga y podrán vivir en los campamentos.

Los que sean escoria más allá de cualquier redención, se unirán a los presos que dejarán vacías las cárceles y todos juntos serán enviados a presentar batalla con las naciones mencionadas, es probable que como efecto secundario se logre liberar a aquellos países de sus opresores. Independientemente del resultado de esta guerra, los sobrevivientes de nuestro cuerpo de combate serán exterminados.

En la Ciudad de México específicamente quedará deshabitado gran parte del centro histórico, el cual será expropiado, Se le declarará patrimonio nacional y el uso de suelo será residencial de densidad baja y zonas para la salud, la cultura y el deporte. Los predios donde ya no haya edificios coloniales a rescatar o preservar serán puestos a la venta al sector privado a costos muy elevados y con ciertas reglas, como respetar la baja densidad de población, es decir sin construir edificios de apartamentos, sólo residencias y que no desentonen con las fachadas coloniales del resto de las construcciones. Dependiendo de mi estabilidad como soberana podría incluso eliminar todo el comercio del primer cuadro de la ciudad aplicando estas mismas reglas.

V Cierre

Para el final del mandato se eliminará el presupuesto a los partidos políticos y todos ellos tendrán el mismo espacio en tiempo y condiciones en los medios de comunicación masiva para dar a conocer sus propuestas y planes de trabajo, el cual será también fijo e inamovible. Toda la inversión privada para financiar campañas políticas estará prohibida.

Se destruirán los sindicatos si es que aún queda en pie alguno para ése momento pero se mantendrán férreas las leyes de protección al trabajador, como horas y condiciones de trabajo.

El gobierno retirará mucho del control que ejercía y se centrará en mediar conflictos y velar que se cumplan las leyes. Desaparecerán las asistencias sociales y dentro de las leyes laborales se especificará que las empresas deberán ofrecer cobertura médica a sus empleados con la compañía que prefieran. Estas empresas sanitarias necesitarán certificación para poder operar.

El gobierno no fijará el precio de ningún producto. Las aduanas cobrarán el mismo arancel que cobre el país de origen a nuestros productos.

Se evitará tener empresas estatales y todo proyecto estará sujeto a licitación pública.

Como podrán ver ni el gobierno ni la ciudadanía estarían contentos con mis decisiones, y estaría muerta muy poco tiempo después de dejar ver apenas mi intención de lanzarme por el poder. Por ello todo esto es hipotético y no deberían tomárselo en serio. Además no me interesa el poder, ya sabemos lo que hacen los mexicanos con quienes los quieren guiar sinceramente; los fusilan.