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lunes, 2 de septiembre de 2013

Berenoza fue suspendida en Twitter

          Esta mañana, después de algunos tweets, me he percatado que mi cuenta en Twitter fue suspendida, sin aviso, sin explicaciones. Todo lo que ofrece el servicio de ayuda de dicha red social es una lacónica respuesta "revisa las posibles causas y trata de imaginarte cuál de ellas fue". Al menos eso es lo que yo traduzco a un lenguaje amigable de la frase "Las cuentas son suspendidas generalmente debido a infracciones a las Reglas de Twitter."



Con las sugerencias de mis seguidores en Facebook considero como la causa más factible que demasiadas personas me hayan bloqueado o reportado como SPAM, esto como claro reflejo de su molestia por mis opiniones. Pero tengo que darles el beneficio de la duda (que se han conseguido de forma desleal al no dar mayores razones de la suspensión) y esperar la respuesta de la apelación. Vaya apelando decisiones sin saber cuál es el delito, hablando de justicia en el mundo :).

Si la razón es la que me imagino, Twitter es un sitio donde un pequeño grupo de personas puede silenciar la opinión de otras sin que a los dueños y administradores del sitio les importe mucho la libertad de expresión. Dudo entonces volver a utilizar un servicio así. Como comenté en mi página de Facebook; quizás es la señal divina de que mi aventura en redes sociales ha llegado a su fin. Yo no vendré con gritos y alharaca a decir que nadie me detendrá y demás palabrería demagógica, sólo expresaba mis opiniones y no tuve nunca intención de guiar ni cambiarle la vida a nadie.

Esto sólo refuerza lo que exterioricé en mis tweets; el mundo no es un lugar justo, si se espera eso sólo se va a sufrir. Se esquivan los obuses y se analiza el tablero con frialdad para alcanzar una paz y una planitud personal. La mayoría de la gente no soporta escuchar las verdades sobre todo si no vienen envueltas en sedantes agradables a sus sentidos.

Gracias a todos los lectores. Veremos cómo se mueven las piezas.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Animales no humanos sí, animales humanos no

          Otra de las cosas que se me critican con frecuencia es mi tendencia a defender a y dolerme del sufrimiento de los animales, pero no ser igual con los humanos, lo cual consideran una incongruencia o hipocresía.

En realidad no hay tal ironía y la respuesta es simple.
Para competir por la superviviencia, animales y plantas fueron desarrollando y perfeccionando habilidades que les permitieran tener más posibilidades de replicar sus genes. Por ello hoy podemos ver características sorprendentes en muchas especies. Sistemas inmunológicos casi infalibles, peces que vuelan, memorias fotográficas, piel transparente, visión nocturna, velocidades asombrosas, fuerza descomunal, tamaños colosales, producción de toxinas, armaduras, hibernación, sentido de orientación, olfato.

Los llamados animales superiores, dada su complejidad tienen muchas habilidades especiales, entre ellos estamos los humanos, quienes hemos desarrollado un combo intelectual, es decir que nuestras ventajas están relacionadas con el cerebro. La inteligencia, procesamiento abstracto, planeación a futuro y conciencia de la existencia propia, nos hacen estar muy por encima del resto de los animales. Cabe mencionar algo muy importante, estas habilidades no son exclusivas de nuestra especie; Los delfines tienen conciencia de su individualidad al ponerse nombres, un elefante demostró pensamiento abstracto al pintar a otro elefante en un lienzo, se ha comprobado que algunos chimpancés pueden hacer planes a futuro y que gorilas y orangutanes se saben mortales. Sin embargo ningún animal las reúne todas y a tal grado como nosotros. Por ende, a ningún animal se le puede culpar de malicia como al ser humano. Y ahí es donde estriba la gran diferencia.

Es verdad que el sufrimiento es inherente a la vida, pero el humano es el único que lo provoca a otros seres con plena conciencia y por la obtención de placer y diversión. Aquí quiero dejar fuera de este post el debate vegetariano y diré que aún con motivos alimenticios, el sufrimiento hacia los animales es innecesario.

No es que no me importe el dolor de humanos inocentes, no me malinterpreten, pero mientras nosotros aún de niños y estando en situaciones muy precarias tenemos posibilidades de defendernos y planear para dejar de ser objeto de injurias, el resto de los animales no. Aún el más fuerte de los animales está indefenso ante nuestra capacidad maquiavélica de agresión.

Dejo un video para reflexionar.




¿No soy humanista secular ni librepensadora?

          Suelo ser muy cuidadosa y precisa en las palabras que utilizo, ya que el lenguaje ha evolucionado de forma tal, que su complejidad nos permite dotar de matices y significados muy diferentes a nuestras frases sólo con variar apenas una palabra, una letra, una puntuación e incluso una conjunción. Por eso me sorprende que casi a diario me critiquen por considerarme librepensadora y humanista secular, conceptos mencionados en mi bio y que seleccioné con precisión quirúrgica a propósito.

Comencemos con Librepensadora.
Es evidente que la gente que me recrimina el uso de este adjetivo no sabe lo que significa, bastaría con consultar un diccionario o por lo menos hacer una sencilla búsqueda en Internet para tener más claro el concepto. En resumen un librepensador es una persona cuyas opiniones se basan en el análisis objetivo de hechos valiéndose de la lógica y el raciocinio sin tomar en cuenta ningún dogma, ya sea institucional, religioso, tradicional o político.
Lo curioso es que este reclamo es más frecuente cuando precisamente soy más aguda en mis críticas. Me parece que el término por sí mismo es bastante comprensible, no entiendo cómo han llegado a convencerse de que un librepensador por definición no critica las ideas de los demás ni expresa sus sinceras opiniones.

Y ahora Humanista Secular.
Aquí entiendo la confusión, pero no la justifico porque como ya he dicho, una rápida consulta al diccionario o a las fuentes en línea siempre les puede ahorrar la vergüenza de evidenciarse ignorantes. Tomando sólo la primera parte del término, Humanista, para quienes no hayan leído jamás la definición del término, y vaya que hay muchísimos pseudointelectuales con este problema, es claro que lo están confundiendo con el término humanitaria. Lo cual los hace creer que una humanista debería ser toda bondad, maternalista, caritativa, dadivosa, permisiva, protectora, etc. adjetivos que ustedes saben de sobra que no tengo con las personas pero sí con el resto de los animales, este es otro reclamo muy frecuente pero del cual hablaré en el siguiente post.
Un humanista es sencillamente alguien que interpreta la realidad sin echar mano de explicaciones sobrenaturales y para ello se basa en en el método científico. Sin embargo el término a solas también hace referencia a la idea de que el ser humano es la medida de todas las cosas. Y por si fuera poco, también se le llama así a una corriente filosófica del Renacimiento.

Por otra parte el Humanismo Secularar se libra de esta ambigüedad al ser más específico, ya que mantiene una actitud crítica y escéptica ante los dogmas de cualquier tipo, (religiosos, políticos o sociales), sometiéndolos a una evaluación racional y rechazando de esta manera su aceptación por simple fe (dios) o por autoridad (Marx), por citar un par de ejemplos.
Un humanista secular considera que los problemas humanos deben ser solucionados por los humanos y que es un deber individual para el desarrollo pleno de la especie. Aquí hay que tener cierta habilidad con el uso de la lógica por lo cual entiendo que para los pseudointelectuales será difícil  de comprender; El buscar el desarrollo y la plenitud de la humanidad no significa que debamos cargar con individuos inservibles o incluso nocivos sólo porque pertenecen a nuestra misma especie, ya que, precisamente por nuestro bien se debe perpetuar a la élite y dejar que la hojarasca se extinga. ¿Suena fuerte?, sí, pero es la realidad les guste o no. Algo con lo cual también tiene problemas de aceptación la mayoría de la gente.